Lubina a la brasa cocinándose en una barbacoa sobre rejilla especial para pescado

Hoy quiero compartir una receta que hemos preparado en casa y que ha resultado espectacular: Lubina a la brasa. Cocinamos dos lubinas de aproximadamente 800 gramos cada una, pensadas para compartir entre cuatro personas. Y la verdad es que la cantidad nos pareció perfecta: suficiente para disfrutar bien del pescado, acompañándolo con unos entrantes ligeros y un buen vino.

Esta receta es sencilla, saludable y perfecta para disfrutar de todo el sabor del mar con un toque ahumado irresistible.

Ingredientes principales

  • 2 lubinas de aproximadamente 800 gramos cada una con escamas.
  • Carbón vegetal de buena calidad
  • Aceite y sal
Dos lubinas frescas colocadas en una rejilla de asar, listas para llevar a la barbacoa
Dos lubinas listas en su rejilla especial, preparadas para empezar la cocción a la brasa.

Para el agua de Lourdes:

  • 1 vaso de agua
  • 1/2 vaso de aceite de oliva virgen extra
  • 1 chorrito de vinagre
  • Una pizca de sal

Preparación paso a paso

1. Preparar las brasas

Lo primero que hicimos fue preparar las brasas. Es importante usar un buen carbón, que genere una brasa viva pero sin llamas fuertes. El truco está en dejar que el carbón esté bien encendido y cubierto de una capa blanca de ceniza antes de poner el pescado.

2. Elaborar el agua de Lourdes

Mientras se formaban las brasas, preparamos la famosa agua de Lourdes, una mezcla de agua, aceite de oliva virgen extra, vinagre y sal. Esta emulsión será la clave para mantener la lubina hidratada y jugosa durante la cocción.

3. Asar las lubinas

Con las brasas listas, colocamos las lubinas, limpias y saladas, en una rejilla especial para asar pescado. Esta herramienta facilita darle la vuelta al pescado sin que se rompa.

Cocinamos las lubinas durante unos 8 minutos por cada lado, vigilando que el fuego no fuera demasiado fuerte. Mientras se asaban, las fuimos pincelando varias veces con la agua de Lourdes para evitar que se secaran.

Un truco para saber que el pescado está en su punto es ver cómo la piel empieza a despegarse ligeramente y la carne se vuelve blanca y firme.

Añadiendo aceite de oliva a un frasco con agua para preparar el agua de Lourdes
Mezclando agua y aceite de oliva en un frasco para preparar el agua de Lourdes, esencial para mantener la lubina jugosa a la brasa.
Dos lubinas colocadas en la rejilla comenzando la cocción a la brasa
Las lubinas comenzando a hacerse lentamente sobre las brasas vivas

4. Servir la lubina

Para completar esta deliciosa comida, acompañamos nuestras lubinas con:

  • Una pequeña ensalada de tomate y queso fresco
  • Unas buenas anchoas del Cantábrico
  • Un vino blanco bien frío, ideal para realzar el sabor del pescado

Una combinación ligera y sabrosa que convierte esta receta en un auténtico placer gastronómico.

Lubina a la brasa emplatada con ensalada de tomate, queso fresco y anchoas
Lubina a la brasa recién servida, acompañada de tomate, queso fresco y anchoas del Cantábrico

Consejos adicionales

  • Si quieres aromatizar aún más las brasas, añade algunas ramas de romero o tomillo fresco mientras cocinas el pescado.
  • También puedes acompañarlo con patatas asadas a las brasas o un aliño sencillo de aceite de oliva, limón y perejil fresco.

Resultado final

La combinación del humo, la jugosidad que aporta la agua de Lourdes y la frescura del pescado da como resultado una lubina espectacular: piel crujiente, carne tierna y un sabor inigualable.

¿Te animas a prepararla? ¡Cuéntame en los comentarios cómo te ha salido!

José Cotino durante la preparación de la lubina a la brasa
José Cotino preparando la lubina a la brasa

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